Contar con la confianza del paciente es básico en cualquier ámbito, y muy especialmente en el de la fisioterapia, donde el paciente pone literalmente en manos del profesional la sanación y el bienestar de su aparato locomotor.
La comunicación y la empatía son herramientas indispensables para merecer su confianza, además de la preparación técnica y el criterio profesional.
La comunicación entre fisioterapeuta y paciente
Hay elementos indispensables en este proceso de comunicación con el paciente:
- Transparencia. El paciente tiene derecho a ser informado siempre de las distintas opciones de tratamiento que hay a su disposición para tratar determinada dolencia o lesión y a entender las recomendaciones que el fisioterapeuta le traslade.
- Claridad. Adecuarnos al nivel técnico de cada paciente para hablarle en términos con los que se sienta familiarizado. Un lenguaje, claro y conciso facilitará que la información llegue al paciente de forma adecuada.
- Empatía. Tener en cuenta el perfil biopsicosocial momento del paciente: edad, estado físico, movilidad, dolor, carácter, sucesos personales, etc. El fisioterapeuta sabe que tiene que ponerse en el lugar del paciente para entender sus necesidades y dirigirse a él desde la comprensión de su estado. Humanidad y afectividad.
- Positividad y confianza. Trasladar elementos de confianza al paciente que le hagan ver que su dolencia y, por tanto, su calidad de vida, puede ser mejorada.
Y, por supuesto, un profundo conocimiento del cuerpo humano, de todas las posibilidades que en terapias manuales pone a nuestra disposición hoy la fisioterapia, así como estar permanentemente actualizado sobre la tecnología más innovadora para sanar el cuerpo y recuperar lesiones. Eso es lo que convierte a un profesional de la fisioterapia en el profesional de confianza de cada paciente.