La artrosis provoca dolores, en muchos casos agudos, y pérdida de movilidad. Esto hace que el paciente, además de dolor, sienta el estrés y el desánimo de no poder hacer la misma vida que hacía antes. En ocasiones, todo ello deriva en depresión y evitación de la vida social.
Artrosis en ancianos y también en jóvenes
La artrosis produce un desgaste en el cartílago de las articulaciones que hace que rocen entre sí con el movimiento y genera dolor. Algunas causas desencadenantes son el avance de la edad, el sobrepeso o la genética heredada.
Aunque solemos asociar la artrosis con la vejez, y eso es lo más común, cada vez hay más diagnóstico de la enfermedad en personas jóvenes que practican deporte con intensidad y someten a sus articulaciones a un esfuerzo de sobrecarga excesiva que las envejece de forma acelerada.
Se puede convivir con la artrosis
Pero el paciente no debe dejarse vencer por la artrosis. Hay formas de aprender a convivir con una compañera de vida tan incómoda. Te mostramos algunas:
. Acepta que la artrosis, una vez ha llegado, viene para quedarse. Se trata de una enfermedad crónica; cuanto más te rebeles contra ella y te cargues de rabia pensando por qué te ha tocado a ti, más estarás retrasando tu recuperación.
. Infórmate a fondo para saber qué ejercicio puedes practicar teniendo artrosis, qué alimentos que te gustan puedes comer que no empeoren la enfermedad o en qué ciudades sentirías menos los efectos de esta dolencia.
. Los cambios de presión atmosférica desatan el dolor. Así que, si sabes que vienen lluvias o una ola de calor, programa tu rutina sabiendo que no vas a estar al 100%, que tendrás dolores y quizá tu humor no sea el mejor. Guarda reposo o baja tu actividad cuando sientas dolor.
. La terapias manuales de fisioterapia contribuyen de forma importante a reducir el dolor y mejorar la funcionalidad del paciente. Logran asimismo relajar la musculatura que se inserta en la articulación. El ejercicio terapéutico personalizado permite mejorar la amplitud articular y fortalecer la musculatura. Hay mucho por hacer desde la fisioterapia para aliviar a pacientes con artrosis.
. Por las mañanas, cuando te levantas con rigidez y dolor, una ducha caliente es un buen remedio para calmar y activar localmente la zona afectada.
. Cuida tu higiene postural. Espalda recta al estar sentado y un colchón duro para dormir. Así evitarás empeorar la sintomatología.